la parroquia

Costumbre y tradiciones

Historia y tradición.

Las festividades en honor a la Sagrada Imagen se celebran desde hace más de 3 siglos por los fieles, en agradecimiento a los favores recibidos.

La historia cuenta que la devoción empezó cuando dos hermanos tenían problemas de linderos de tierras en este lugar (Bellavista). En aquel entonces, solo había autoridades en Quito para solucionar los conflictos y emprendieron el viaje que duró, aproximadamente, 3 meses. 

Ellos llegaron a la ciudad, en donde un carpintero les dio posada y al recostarse sobre el suelo se durmieron, en sueños, un crucifijo llamado “Señor de la Buena Muerte” les habló y les pidió que lo llevaran con ellos —a cambio de solucionar sus problemas—. Los caminantes accedieron y cuando llegaron a su pueblo todo el conflicto fue olvidado, y, la fe hacia la imagen inició porque logró terminar una problemática que venía de años. 

Recorrido

La devoción hacia el “Señor de la Buena Muerte” en el cantón Espíndola cada día va creciendo, a tal punto que, en las festividades, la parroquia es visitada por decenas de ciudadanos y turistas de varias localidades del país, además, durante el año realiza recorridos en todas las parroquias de Espíndola, incluso cruza las fronteras y visita los departamentos del Perú

Construcción

Debido a la gran afluencia de fieles, por iniciativa del padre Sócrates Chinchay, quien es oriundo de esta parroquia y actual rector del Santuario Nacional de El Cisne, se remodeló la pequeña iglesia hasta convertirla en un Santuario en honor al “Señor de la Buena Muerte”. Los trabajos continúan y esperan que la ciudadanía siga contribuyendo hasta culminarlo.

Fe

Para América Calva, habitante de Bellavista, la fe hacia la Sagrada Imagen es grande y “la demostramos con el sinnúmero de actividades en su honor que se desarrollaron en días pasados: caminatas, eucaristías, procesión, juegos tradicionales y bazar”.